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“Y me dijo Jehová: No tengas temor de él, porque en tu mano he entregado a él y a todo su pueblo, con su tierra; y harás con él como hiciste con Sehón rey amorreo, que habitaba en Hesbón. Y Jehová nuestro Dios entregó también en nuestra mano a Og rey de Basán, y a todo su pueblo, al cual derrotamos hasta acabar con todos. Y tomamos entonces todas sus ciudades; no quedó ciudad que no les tomásemos; sesenta ciudades, toda la tierra de Argob, del reino de Og en Basán” Deuteronomio 3: 2-4
En el año 1968 salió al aire en una serie de televisión llamada, tierra de gigantes, la cual narra las aventuras de la tripulación y pasajeros de una nave de espacial, que es accidentalmente transportada hacia un mundo en el cual toda forma de vida tiene enormes proporciones en comparación de los personajes principales. El capitán Steve Burton y el Copiloto Dan Ericksson, fueron parte de los personajes de esa serie televisa. Una historia ficticia pero que no es tan distante de lo que el pueblo de Israel tuvo que vivir y pelear para poder conquistar lo que Dios les había prometido. Israel tenía una guerra santa llamada herem, la cual consistía en destruir todo lo del enemigo, personas, animales, posesiones, era una destrucción total, para así establecer el reino de Dios en esa tierra que el Señor entregaba. Muchas de estas tierras estaban habitadas por gigantes, que podían medir desde 3 hasta 4 metros de altura.
Cuántas veces hemos escuchado a hermanos, familiares o amigos decir: “Este problema es tan grande” o “esta situación es como de nunca acabar”. Sea lo que sea, de la dimensión que sea, nuevo o viejo, cualquier gigante que esté en la tierra que Dios prometió hay que derribarlo y destruirlo. En el poderoso nombre de Jesús somos vencedores, y podemos salir victoriosos de toda situación. Cualquier gigante espiritual o emocional que estorbe nuestro crecimiento en el Señor, ese gigante hay que destruirlo, y no lo haremos solos, lo haremos de la mano de nuestro Dios Todopoderoso.
Hoy te compartimos estos versículos:
“Cuando Jehová tu Dios te haya introducido en la tierra en la cual entrarás para tomarla, y haya echado de delante de ti a muchas naciones, al heteo, al gergeseo, al amorreo, al cananeo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo, siete naciones mayores y más poderosas que tú, y Jehová tu Dios las haya entregado delante de ti, y las hayas derrotado, las destruirás del todo; no harás con ellas alianza, ni tendrás de ellas misericordia” Deuteronomio 7: 1-2
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- Cristiano